my colombiaa

my colombiaa

miércoles, 3 de octubre de 2012

MITOS Y LEYENDAS

Colombia es de los países de Latinoamérica que se destaca por su riqueza 
y patrimonio inmaterial en tradiciones orales; parte de esas tradiciones son
 los Mitos y Leyendas que por la basta geografia se enlazan con la vida cotidiana
 de muchos.
Ibagué y en especial el departamento del Tolima, se desprenden muchas de
 estas tradiciones orales; es aqui donde queremos retomar la tradición y 
volverla palpable, escrita y rescatarla para Colombia y el mundo. Textos 
}e Ilustraciones tomados del libro Bajo el Cielo Hechizado del Tolima de }
Blanca Alvarez

El Mohan o Poira
mohan_1.jpgEste es el más importante entre los mitos
 del Tolima Grande. En algunas regiones
+ le dicen Poira; para algunos es una divinidad 
acuática, para otros es un espíritu maléfico 
que causa muchos daños imperdonables.
 Dicen, que es un personaje monstruoso, 
cubierto de pelaje abundante, que más 
parece que estuviera envuelto en una larga 
cabellera; tiene manos grandes, con uñas 
largas y afiladas como las de una fiera.

La diversidad de leyendas que se cuentan sobre las hazañas o artificios como actúa, constituyen una riqueza folclórica para esta tierra tolimense. Los pescadores lo califican de travieso, andariego, aventurero, brujo y libertino. Se quejan de hacerles zozobrar sus embarcaciones, de raptarles los mejores bogas, de robarles las carnadas y los anzuelos; dicen que les enreda las redes da pescar; les ahuyenta los peces, castiga a los hombres que no oyen misa y trabajan en día de precepto, llevándoselos a las insondables cavernas que posee en el fondo de los grandes ríos. Las lavanderas le dicen monstruo, enamorado, perseguidor de muchachas, músico, hipnotizador, embaucador y feroz. Cuentan y no acaban las hazañas más irreales y fabulosas.
Sobre su aspecto físico, varían las opiniones según el lugar donde habita. En la región del sur del Magdalena, comprendida entre los ríos Patá y Saldaña, con quebradas, moyas y lagunas de Natagaima, Prado y Coyaima, hasta la confluencia de Hilarco, como límite con Purificación, los ribereños le tienen un pánico atroz por¬que se les presenta como una fiera negra, de ojos centelleantes, traicionero y receloso. Siempre que lo veían, su fantasmal aparición era indicio de males mayores como inundaciones, terremotos, pestes, etc. Poseía un palacio subterráneo, tapizado todo de oro, donde acumulaba muchas piedras preciosas y abundantes tesoros; hacía las veces de centinela, por eso no le quedaba tiempo para enamorar.
En la región central del Magdalena, desde Hilarco, en Purificación, hasta Guataquicito en Coello, los episodios eran diferentes. Allí se les presentaba como un hombre gigantesco, de ojos vivaces tendiendo a rojizos, boca grande, de donde asomaban unos dientes de oro desiguales; cabellera abundante de color candela y barba larga del mismo color . Con las muchachas era enamoradizo, juguetón, bastante sociable, muy obsequioso y serenatero. Perseguía mucho a las lavanderas de aquellos puertos, como en la Jabonera, La Rumbosa, El Cachimbo, El Naranjo, Chiriló, La Caimanera, Pital, Barrialosa, etc., a la manera de un hombre rico, con muchos anillos, que al enamorarse de la muchacha más linda de la ribera, la llevaba a la cueva subterránea donde tenia otras mujeres con quienes jugaba y sacaba a la playa en noches de luna. Muchos pescadores aseguran que oían sus risotadas y griterías. Bogas, pescadores y lavanderas lo vieron infinidad de veces en la playa pescando, cocinando, peinándose; o bajar en una balsa, bien parado, por "la madre del río" tocando guitarra o flauta.

La Llorona
llorona.jpgQuienes la han visto dicen que es una mujer con la cara huesuda, cabellera revuelta y enlodada, ojos rojizos, vestidos suelos y deshilachados. Lleva entre sus brazos un bultico como de niño recién nacido, No hace mal a la gente, pero causan terror sus quejas y alaridos gritando a su hijo.


Las apariciones se verifican en lugares solitarios, desde las ocho de la noche, hasta las cinco de la mañana. Sus sitios preferidos son las quebradas, lagunas y charcos profundos, donde se oye el chapaleo y los ayes lastimeros. Se les aparece a los hombres infieles, a los perversos, a los borrachos, a los jugadores y en fin, a todo ser que ande urdiendo maldades. Este mito es conocido en todas las regiones de Colombia y está generalizado en América, con la diferencia de que cada región tiene su leyenda propia. La Leyenda Durante la guerra civil, en la época del doctor José Ignacio de Márquez con motivo de las pretensiones del presidente ecuatoriano Juan José Flórez de quitarle a nuestra patria los territorios que hoy forman los departamentos de Nariño, Cauca y Valle, se estableció en la Villa de las Palmas, o Purificación, un Comando General, donde concentraban gentes de distintas partes del país. Uno de sus capitanes, de conducta poco recomendable y que encontraba en la guerra una aventura divertida para desahogar su pasado luctuoso de asaltos y crímenes, se instaló con su esposa en esta villa, que al poco tiempo abandonó para seguir en la lucha. Su afligida y abandonada mujer se dedicó a la modistería para no morir de hambre mientras su marido volvía y terminaba la guerra. Al correr del tiempo las gentes hicieron circular la noticia de la muerte del capitán y la pobre señora guardó luto riguroso hasta que se le presentó un soldado que formaba parte del batallón de reclutas que venían de la capital hacia el sur, pero que por circunstancias especiales, debía demorar en aquella localidad algunas semanas. La viuda convencida de las aseveraciones sobre la muerte de su marido creyó encontrar en aquel nuevo amor un lenitivo para su pesar, acepto al joven, e intimo con él. Loa días de locura pasional pasaron veloces y, nuevamente la costurera quedó saboreando el abandono, la soledad, la pobreza y bebiéndose las lágrimas por la ausencia de su amado. Aquella aventura dejo huellas imborrables en la atribulada mujer, porque a los pocos días sintió palpitar en sus entrañas el fruto de su amor. El tiempo trascurría sin tener noticias de su bien amado. La añoranza se tornaba tierna al comprobar que se cumplían las nueve lunas de su gestación. Un batallón de combatientes regresaba del sur el mismo día que la costurera daba a luz un niño flacuchento y pálido. Aquel cuartucho silencioso y pobre se alegró con el llanto del pequeñín. Al atardecer de aquel mismo día, llegó corriendo a su casa, una vecina amiga, a informarle que su esposo el capitán, no había muerto, porque sin temor a equivocarse, lo acababa de ver entre el cuerpo de tropa que arribaba al campamento. En tan Importuno momento, esa noticia era como para desfallecer, no por el caso que pocas horas antes había soportado, como por el agotamiento físico en que se encontraba. Miles de pensamientos fluían a su mente febril. ¿Qué le diría al iracundo esposo cuando preguntase de quién era aquel niño? ¿Lo convencería de la noticia que circuló sobre su muerte? ¿Aceptar la su falta justificándola a su estado de soledad y abandono? iNo! Ella lo conocía muy bien. Era un hombre duro y cruel. ¿Llegaría a su vivienda aquella noche… ¿Demoraría en llegar...? ¿Qué hacer...? ¿Esperarlo? Pero… ¿Si su ira demoníaca le llegara a matar a su hijo? ¡Nooo! ¡Pobre pedazo de su corazón atormentado...! iQué horror...! Ella no lo soportaría. Ya su cerebro era un volcán en erupción... Ya no reflexionaba. En su mente débil se forjó una idea: ¡Huir...! Sí. Huir... Se levanto decidida de su cama. Se colocó un ropón deshilachado, sobre sus hombros, cogió al recién nacido, lo abrigó bien, le agarró fuertemente contra su pecho creyendo qua se lo arrebataban y, sin cerrar puertas ni ventanas abandonó la choza, corriendo con dificultad. Se encaminó por el sendero oscuro bordeado de arbustos, y protegida por el manto negro de la noche. Gruesas gotas de lluvia empezaron a caer... seguía corriendo ¿hacia dónde...? ¡Ni ella misma lo sabía…! Los nubarrones más densos... seguía lloviendo... La tempestad se desató con fuerza La luz de los relámpagos le iluminaba el camino. La naturaleza la sacudía con estertores de muerte. La demente lloraba. Los arroyos crecieron... se desbordaron. Al terminar la vereda encontró el primer riachuelo "fuera de madre", pero ya la mujer no veía. Penetrando a la corriente impetuosa que la arrolló rápidamente. Las aguas bramaron. En sus estrepitosos rugidos parecía percibirse el lamento de una mujer…¡Ay… mi hijo…! ¡Ay… mi hijo…! Paso la tormenta y solo quedo flotando en el aire frío y erizante graznido del “trespies” entre la copa húmeda de uno de los caracolíes de la orilla de la quebrada. Era el canto agorero del ave que anunciaba una desgracia.

La Madremonte
madre_monte.jpgLos campesinos y leñadores que la han visto, dicen que es una señora corpulenta, elegante, vestida de hojas frescas y musgo verde, con un sombrero alón, cubierto de hojas y plumas verdes. No se le puede apreciar el rostro porque la ramazón del sombrero la opacan. Hay mucha gente que conoce sus gritos o bramidos en noches oscuras y de tempestad peligrosa.


En el llano limpio y habitado, con caminos frecuentados, nunca la han visto. Vive en sitios enmarañados, con árboles frondosos, alejada del ruido de la civilización, y en los bosques cálidos, con, animales dañinos. Los campesinos cuentan que cuando la Madremonte se baña en las cabeceras de los ríos, éstos se enturbian, crecen, se desbordan, causan inundaciones, borrascas fuertes, que ocasionan daños espantosos. Castiga a los que invaden sus terrenos y pelean por linderos; a los perjuros, a los perversos, a los esposos infieles y a los vagabundos. Maldice con plagas y pústulas los ganados de los propietarios que usurpan terrenos ajenos o cortan los alambrados de los colindantes. A los que andan en malos pasos, de pronto les hace ver una montaña inasequible e impenetrable, o una maraña de juncos o de arbustos difíciles de dar paso, borrándoles el camino y sintiendo un mareo del que no se despiertan sino después de unas horas, convenciéndose de no haber sido más que una alucinación, una vez que el camino que han trasegado ha sido el mismo. Quienes la conocen, han oído sus rugidos o están convencidos de sus conjuros, siempre que van a emprender la ruta por lugares miedosos o cuajados de fronda, llevan escapularios o medallas benditas, bastón de guayacán o varas de cordoncillo; deben ir fumando, tabaco y llevar en el bolsillo unas pepas de cabalonga.

La Patasola
pata_sola.jpgHabita entre la maraña espesa de la selva virgen, en las cumbres de la cordillera, en los bosques solitarios o en los montes más espesos de la llanura. Con la única pata que tiene avanza con rapidez asombrosa. Es el endriago más temido por colonos, mineros, cazadores, caminantes, agricultores y leñadores.


Algunos aventureros dicen que es una mujer bellísima que los llama y los atrae para enamorarlos, pero avanza hacia la oscuridad del bosque a donde los va conduciendo con sus miradas lascivas, hasta transformarse en una mujer horrible con ojos de fuego, boca proporcionada de donde asoman unos dientes de felino, y una cabellera corta, despeinada que cae sobre el rostro para ocultar su fealdad.

Cuentan los cazadores, que lo que más temen ellos, es el poder que tiene de metamorfosearse y por lo tanto los daños que les causa el engaño que les hace con la pezuña, porque a veces deja el rastro de vaca y otras de oso. Persigue a los caminantes y cazadores que penetren a sus predios, a los mineros que tengan muchas herramientas, porque odia el hacha, la peinilla o el machete. Castiga a los agricultores mandándoles ¬vendavales para destrozar sus plantíos, y más si son de maíz.

La Leyenda Cuentan que en cierta región del Tolima Grande, un arrendatario tenía como esposa una mujer muy linda y en ella tuvo tres hijos. El dueño de la hacienda deseaba conseguirse una consorte y llamó a uno de los vaqueros de más confianza para decirle: vete a la quebrada y repara entre las lavanderas, la mejor; luego me dices quién es, y cómo es.

El hombre se fue, las observó a todas detenidamente, -que en mayoría eran viejas y feas-, al instante distinguió a la esposa de el vaquero compañero y amigo, que fuera de ser la más joven, era la más hermosa. El vaquero regresó a darle al patrón la filiación y demás detalles sobre la mejor. Cuando llegó el tiempo de las "vaquerías" o “herranzas' el esposo de la bella relató al vaquero emisario sus tristezas, confío sus cuitas quejándose de su esposa que la notaba fría, menos cariñosa y ya no le arreglaba la ropa con la misma asiduidad de antes; vivía de mal genio, era déspota desde hacia algunos días hasta la fecha que le provocaba irse lejos..., pero le daba pesar con sus hijitos.

El vaquero sabedor del secreto, compadecido de la situación de su amigo, le contó lo del patrón, advirtiendo no tener él ninguna culpabilidad. El entristecido y traicionado esposo le dio las gracias a su compañero por su franqueza y se fue a cavilar a solas sobre el asunto y se decía: si yo pudiera convencerme de que mi mujer me engaña con el patrón, que me perdone Dios porque no respondo de lo que suceda. Luego planeó una prueba y se dirigió a su vivienda.

Allí contó a su esposa que se iba para el pueblo porque su patrón lo mandaba por la correspondencia; que no regresaba esa noche porque como ya las sombras del crepúsculo caían, al regresar tarde le daba miedo pasar por "El zanjón de los muertos". Se despidió de beso y acarició a sus hijos. A galope tendido salió por diversos vericuetos para matar tiempo. Llegó a la cantina y apuró unos tragos de aguardiente eso de las nueve de la noche se fue a pie por entre el monte y los desechos a espiar a su mujer. Serían ya como las diez de la noche, cuando la mujer, viendo que su marido no llegaba, se fue para la hacienda en busca de su patrón.

El marido, cuando vio que la mujer se dirigía por el camino que da al hato, salió del escondite, llegó a la casa, encontró a los niños dormidos y se acostó. Como a la madrugada llegó la infiel muy tranquila y serena. El esposo le dijo: ¿" De dónde vienes?". Ella con desenfado le contestó: "De lavar unas ropitas...". -¿De noche?- Cortó el marido. A los pocos días, el burlado esposo inventó un nuevo viaje. Montado en su caballo dio varias vueltas por un potrero y luego lo guardó en una pesebrera vecina. Ya de noche, se vino a pie para esconderse en la platanera que quedaba frente a su rancho. Esa noche la mujer salió, pero llegó el patrón a visitarla. Cuando el rico hacendado llego a la puerta, la mujer salió a recibirlo y se arrojó en sus brazos, besándolo y acariciándolo.

El enfurecido esposo que estaba viendo todo; brincó con la peinilla en lo alto y sin dar tiempo al enamorado de librarse del lance, le corto la cabeza de un solo machetazo. La mujer, entre sorprendida y horrorizada quiso salir huyendo, pero el energúmeno marido le asestó tremendo peinillazo al cuadril que le bajó la pierna como si fuera la rama de un árbol. Ambos murieron casi a la misma hora. Al vaquero le sentenciaron cárcel, pero cuando salió de ella que al poco tiempo, volvió por los tres muchachitos y le prendió fuego la casa. Por eso las gentes aseguran haberla visto saltando en una sola pata por sierras, cañadas y caminos, destilando sangre del cuadril y lanzando gritos lastimeros. Es el alma en pena de la mujer infiel que vaga por montes, valles y llanuras, que deshonró a sus hijos y no supo respetar a su esposo.

Madre de Agua
madre_agua.jpgCuentan los ribereños, los pescadores, los bogas y vecinos de los grandes ríos, quebradas y lagunas, que los niños predispuestos al embrujo de la Madre de Agua, siempre sueñan o deliran con una niña bella y rubia que los llama y los invita a un paraje tapizado de flores y un palacio con muchas escalinatas, adornando con oro y piedras preciosas.


La Leyenda

En la época de la Conquista, en que la ambición de los colonizadores consistía no sólo en fundar poblaciones sino descubrir y so¬meter tribus indígenas para apoderarse de sus riquezas, salió de Bogotá (Santa Fé) una expedición rumbo al río Magdalena. Los indios guías descubrieron un poblado, cuyo cacique era un joven fornido, hermoso, arrogante y valiente, a quien la soldadesca capturó con malos tratos y luego fue conducido ante el conquistador. Este lo abrumó a preguntas que el indio se negó a contestar no sólo, por no entender el español, sino por la ira que lo devoraba.

El capitán en actitud altiva y soberbia, para castigar el comportamiento del nativo ordenó amarrarlo y azotarlo hasta que confesara dónde guardaba las riquezas de su tribu, mientras tanto iría a preparar una correría por los alrededores de aquel sector. La hija del avaro castellano estaba observando desde la ventana de sus habitaciones y con ojos de admiración y amor contemplaba a aquel coloso, prototipo de una raza fuerte, valerosa y noble. Tan pronto salió su padre, fue a rogar enternecida al verdugo para que cesara el cruel tormento y lo pusiera en libertad. Esa súplica, que no era una orden, no podía aceptarla el vil soldado porque conocía perfectamente el carácter enérgico, intransigente e irascible de su superior... pero... ¿qué hacer? Era un ruego dulce y lastimero de una niña encantadora. Sí. Tenía que ceder... no debla ser tan despiadado. Al fin y al cabo era su hija... y al el padre lo llegase a reprender, él se disculparía diciendo que habla sido orden de su querida hija. La joven española de unos quince anos, de ojos azules, ostentaba una larga cabellera dorada, que más parecía una capa de artiseda amarilla por la finura de su pelo. La bella dama miraba ansiosamente al joven cacique, fascinada por la estructura hercúlea de aquel ejemplar semisalvaje. Cuando quedó libre, ella se acercó.

Con dulzura de mujer en morada lo atrajo y se fue a acompañarlo por el sendero, internándose entre la espesura del boscaje. El aturdido indio no entendía aquel trato... ¿Cómo podía tener aquel ogro una hija de sentimientos diferentes? ¿Seria otra trampa? pensaba Indeciso el hombre. Al verla tan cerca... él se miró en sus ojos... azules como el cielo que los cobijaba... tranquilos como el agua de sus pocetas... puro como las florecillas de su huerta. Ya lejos de las miradas de los esbirros de su padre lo detuvo, Y… allí besó sus carnes acardenaladas... ¡aquellas heridas le laceraban el alma...! Conmovida y animosa le manifestó su afecto diciéndole: ¡huyamos...! ¡Llévame contigo…! ¡Quiero ser tuya...! El lastimado mancebo atraído por la belleza angelical, rara entre su raza, accedió... la alzó intrépido, corrió... cruzó el río con su amorosa carga y se refugió en el bohío de otro indio amigo suyo, quien lo acogió fraternalmente, le suministró materiales para la construcción de su choza y les proporcionó alimentos. Allí vivieron felices y tranquilos.

La llegada del primogénito les ocasionó más alegría. Una india vecina, conocedora del secreto de la joven pareja y sintiéndose desdeñada por el indio, optó por vengarse: escapó a la fortaleza a informar al conquistador el paradero de su hija. Excitado y violento el capitán, corrió al sitio indicado por la envidiosa mujer a desfogar su ira y veneno mortal. Ordenó a los soldados amarrarlos al tronco de un caracolí de orilla del río. Entretanto, el niño le era arrebatado brutalmente de los brazos de su tierna madre. El abuelo le decía al pequeñín: "Morirás, indio inmundo... ¡No quiero descendientes que manchen mi nobleza! ¡Tú no eres de mi estirpe...! ¡Tu tumba será el río...! Furioso se lo entregó a un soldado para que lo arrojase a la corriente, ante las miradas desorbitadas de sus martirizados padres, quienes hacían esfuerzos sobrehumanos de soltarse las ligaduras y lanzarse al caudal inmenso a rescatar a su hijo… pero todo fue inútil. Vino luego el martirio del cacique para atormentar a su hija, humillarla y llevarla sumisa a la fortaleza.

El indio fue decapitado ante su joven consorte quien gritaba lastimeramente… Por último la libertaron a ella… pero… enloquecida y desesperada por la perdida de sus dos amores, llamando a su hijo, se lanzó a la corriente y se ahogo. Por eso, en noches tranquilas y estrelladas se oye una canción de arrullo tierna y delicada, tal parece que surgiera de las aguas, o se deslizara el aura cantarina sobre las espumas del cristal.

La Candileja
candileja.jpgLa Candileja es una bola ígnea de tres hachones o luminarias, con brazos como tentáculos chisporroteantes de un rojo candela, que produce ruido de tiestos rotos. Es admirable ver cómo persigue a los borrachos, a los infieles y a los padres irresponsables y blandengues. A los viajeros que transitan en horas avanzadas de la noche, por asustarlos, les cae sobre el anca o el cuello de la bestia y algunas veces se aparece chorreando sangre.


La Leyenda

Nuestros progenitores decían que hace muchísimos años había una anciana que tenia dos nietos a quienes consentía demasiado, tolerándoles hasta las más extrañas ocurrencias, groserías y desenfrenos, Las infantiles ocurrencias llegaron hasta exigirle a la viejita que hiciera el papel de bestia de carga para ensillarla y luego motarla entre los dos; la abuela accedió en el acto para felicidad de sus dos nietos, quienes anduvieron por toda la casa como sobre el más, manso cuadrúpedo. Cuando murió la anciana, San Pedro la recriminó por la falta de rigidez en la educación de sus dos pimpollos y la condenó a purgar sus penas en este mundo entre tres llamaradas de candela, que significan: el cuerpo de la anciana y el de los dos nietos.

Los abuelos y tatarabuelos, en los hogares de familia numerosa puede que para escarmiento o como lección moral a sus hijos, repetían esta leyenda con frecuencia, que era el embeleso de las personas mayores y el temor de los pequeños. Algunos campesinos han llegado a confundir su luz con la de las guacas, aunque los bien conocedores dicen que la luz de la Candileja es roja, mientras que la de las guacas es de un amarillo opalino con tintes pronunciados de azul añil.

El Sombrerón
sombreron.jpgEs un espato nocturno. Consiste en una figura humana de gran tamaño, el cual lleva un sombrero gigante que le abarca desde la cabeza hasta las pantorillas. Los trasnochadores que lo han visto o a quienes se les ha presentado. dicen ver la figura que les sale al camino, los hace correr y les va gritando: "SI TE ALCANZO, TE LO PONGO…"


Siempre persigue a los borrachos, a los peleadores, a los trasnochadores y a los jugadores tramposos y empedernidos. Aprovecha los sitios solitarios, a la vera de los caminos, en noches oscuras. En noches de luna es fácil confundirlo con las sombras que proyectan las ramas y los arbustos. En épocas remotas casi siempre perseguía a los jovencitos que adquirían el vicio de fumar, de gastar el dinero en juegos de naipe y dado y a quienes se pervertían en plena juventud.


Las Brujas
brujas.jpgLas brujas son personajes conocidos universálmente. La bruja tolimense es única, absoluta, original. . Sobre las brujas abundan "los cachos" en la ciudad, pueblos y veredas, la bruja tolimense es totalmente diferente a la europea, diferencias son notoriamente conocidas: no es la vieja flaca y desdentada, no usa sombrero ni cucurucho, ni cabalga sobre una escoba, tampoco celebra el aquelarre.


La bruja tolimenseles una mujer joven y hermosa que tlene pacto con el diablo, vuela de noche y se transforma en pava o "Píaca". Las brujas de la región tolimense viven en un claro del bosque, sobre una loma solitaria, limpia de vegetación; generalmente es un peñon calcáreo en un limpio de la llanura denominado "El Peñón de las brujas", "El peladero de las brujas" o "El alto de las brujas" A altas horas de la noche para recibir órdenes de su jefe Lucifer, obtener en la entrevista las noticias que su profesión Ies exige, ya sean como hechiceras o como curanderas.

Las brujas del Tolima Grande no le causan la muerte a las personas, sus maldades van implicadas con la hechicería cuando se refiere a los males de amor o a la chísmografía entre vecinos y personas conocidas. Por eso durante las guerras civiles, cuando se carecía de medios de comunicación rápida, la mayoría de los mensajes o noticias que se obtenía, la suministraban las brujas por medio de ardíes y astucias oportunas. Hubo muchos lugares donde fundaron sus escuelas bien organizadas, dirigidas por las brujas viejas que íban dejando la profesión a causa de su edad y su gordura.

Enseñaban a las Jovencitas a volar, a preparar menjurjes y a aprenderse de memoria los rezos para su transformación. Dicen que para lanzarse al aire declan: "¡Sín Dios y Santa María!". Cuando alguna bruja tenía que cumplir la misión de visitar una residencia para chuparle la sangre a alguno de sus huéspedes, se oía el aleteo de un ave voluminosa que caía pesadamente sobre el matón de la casa que en su mayor la era de palma o paja "Guayacana"; de allí, en forma de pava o gallina. Entraba a las vigas, porque esas casas no tenían cielo razo, y finalmente caían al suelo o piso de la habitación para localizar a la vlctima que Iban a chupar. Muchas personas aprendieron a capturarlas de varios modos, cuando oyen el aleteo sobre la cumbrera de la casa, alguien grIta a dentro: es sábado día de la virgen venga mañana por sal. AI siguiente día efectibamente llega la mujer a pedir en prestamo una porción de sal.

Otra fórmula es la de regar en todo el aposento, granos diminutos de mostaza para que mientras el ave se entretiene picoteando, los habitantes de la casa se aprestan a amarrarla. Una tercera fórmula es la de engarzar en las vigas unos calzoncillos volteándoles una manga. Así la bruja llega y voltea juntas mangas y los pantaloncillos siguen trocados; repite la operación hasta que amanece y al despertar, los dueños de la casa la capturan.

El Tunjo
tunjo.jpgEl "tunjo" es un muñeco de oro. Aseguran algunos que estas pequeñas estatuíllas las labraban los indios pljaos. Otros dicen que son trucos de que se vale el diablo para engañar a los avaros y codiciosos y así ganar sus almas. Esta creencia parece ser más aceptada, según los misterios que encierra.


Su presencia la hace en forma de un niñito que llora desconsoladamente. Sí el viajero que lo ve, conoce su leyenda y sale de su camino, espolea su caballo y en veloz carrera huye para librarse de la tentación, es porque no es ambicioso. Sí lo oye llorar, lo ve y pasa de largo sin hacerle caso, el muchachito lo alcanza, se le sube al anca de la bestia para darle tremendo susto, sí desconoce sus trucos y el viajero se compadece del peqeñin que llora, se desmonta, lo recoge, se complace en acariciarlo pensando en el abandono de esa criatura, deja al instante de llorar y le dice a su benefactor: "Papá, mira ya tengo ñentes...". Al hablar le sale una bocanada infernal que impulsa a la persona a tirarlo al suelo y a huir aterrorizado.

Esto es lo que llaman la "prueba". En cambio los avaros, que desean enriquecerse de la noche a la mañana y aspiran a encontrarse un Tunjo, pasan las noches en vela sacando fórmulas de los libros de "magia", o trasegando por las orillas de los ríos y quebradas y hasta dedican la noche del Viernes Santo para acechar el tesoro soñado. Cuando lo hallan, recogen al niñito, impregnan de saliva el dedo pulgar y le hacen la señal de la cruz, a la vez que dicen: "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo". En el mismo instante el muchachito queda convertido en un muñeco de oro. Este rito se conoce comúnmente como "Bautizo del Tunjo". El beneficiado se dirige rápidamente a su casa a guardarlo en un cofre bien seguro, preparado anticipadamente y que tenga dos compartimientos: uno para su vivienda y otro para su alimentación. Al guardarlo debe efectuar un poco de rezos y conjuros.

El Cazador
cazador.jpgOtra leyenda supersticiosa que causa terror y esparció es la del cazador. Esta leyenda está más acentuada en la región montáñosa, aun que el hecho tuvo lugar a la orilla del río Grande, pero trancendió la cordillera hasta que la montaña lo albergó en su seno.

Vivía en tiempos de la Colonia un hombre cuya entretención y oficio cotidiano era la "cacería". Para él no había fiestas profanas ni religiosas; no había reunión de amigos ni paseos; nada le entretenía tanto como salir a "cazar" venados al toque de la oración, en los bosquecillos aledaños; borugos a la orilla del río por entre los guaduales; los guacos, chorolas, guacharacas y chilacoas por los montes cercanos a los pantanos, ciénagas y lagunas. El producto de la cacería constituía el sustento de la familia y su único negocio. En aquel caserío tenían una capilla donde celebraban las ceremonias más solemnes del calendario religioso. Tenía unas ventanas bajas y anchas que dejaban ver el panorama y para que el aire fuera el purificador del ambiente en las grandes festividades. Llegó la celebración de la Semana Santa. Los fieles apretujados llenaban la capilla, oyendo con atención el sermón de "las siete palabras". Los feligreses estaban conmovidos. Reinaba el silencio ... apenas se percibían los sollozos de los pecadores arrepentidos y los golpes de pecho. Allí estaba el cazador, en actitud reverente, uniendo sus plegarias a las del Ministro de Dios, que en elocución persuasiva y laudatoria hacía inclinar las cabezas respetuosamente. De pronto, como tentación satánica, entró un airecillo que le hizo levantar la cabeza y mirar hacia la ventana. Por ella vio, pastando en el prado, un venado manso y hermoso. Que maravilla! Esto era como un regalo del cielo! estaba a su alcance ... apocos pasos de distancia. Rápido salió por entre la multitud en dirección a su cabaña. Fue tanta la emoción del hallazgo que no se acordó del momento grandioso que significa para los cristianos el día de Viernes Santo. Tampoco se fijó en el momento sagrado de la pasión de Cristo. Salió con su escopeta y su perro en busca de la presa. Ya el animal había avanzado unas cuadras hacia el manantial. El cervatillo al verse acosado paró las orejas y se quedó inmóvil, como esperando la actitud del hombre. este al verlo plantado le disparó, pero en ese mismo instante el animal huyo. Perro y amo siguieron las pistas, lo alcanzaron y, al dispararle de nuevo, se realizaba el mismo truco. El afiebrado cazador no medía ni el tiempo, ni la distancia. Seguía ... seguía ... cruzaba llanos, montañas, cañadas, colinas, despeñaderos, riscos y sierras. Llegó por fin a la montaña cuando las tinieblas de la noche dominaban la tierra. La montaña abrió sus fauces horripilantes ..! El cazador penetró ... y nunca más volvió a salir de ella. Dicen que la montaña lo devoró.

La Mula de Rafles
mula_rafles.jpgEs otro espanto de las Cordillera Central se parece a los caminantes y a los arrieros, tomando diferentes formas. Los arrieros le tienen pavor porque apenas perciben el casqueteo de la mula, con el crujir de los arreos, se forma un vendaval o huracán muy fuerte, que hacia desbandar la recua por los rodaderos, osionando la muerte de los animales y la pérdida del producto que trasportaban.


Los caminantes que se encuentran con él lo ven como
 un señor bien montado en una mula, con sombrero, 
ruana, zurriago y látigo que golpea insistentemente 
sobre los zapallos. 
Al encontrarse con él observan la calavera, caen en la 
cuenta y le clavan las espuelas o retroceden como alma 
que lleva el diablo. Si el viajero va a pie y tiene la sorpresa
, no pudiendo correr, quedan sin sentido. Los 
montañeses ricos, dueños de hatos y haciendas, cerca a la media noche, escuchan el galope, luego el rastrillar del caballo contra el empedrado, el abrir y
 cerrar de la rejiilla de la puerta de entrada. Se levantan rápidamente para darse cuenta 
quién llega y con sorpresa comprueban que nadie ha llegado. En Antioquia este espanto 
es conocido como "El Jinete negro", "La mula recinta". También abundan leyendas similares
 sobre "La mula de tres patas" y "El caballo sin cabeza".

FLORA COLOMBIANA

Al ser un país del trópico ubicado en la zona del ecuador tiene una gran representación de grupos taxonómicos en fauna y flora típica del área a la que se suman variedades de migraciones de fauna desde distintas partes del planeta por la variedad de ecosistemas Colombia posee el 44.25% de los paramos sudamericanos, siendo así, uno de los países con mayores áreas humedas y con alta fluidez de ríos a lo largo y ancho del país a nivel mundial. Colombia presenta biomas de páramo, selvas amazónicas, vegetación herbácea arbustiva de cerros amazónicos, bosques bajos y catingales amazónicos, sabanas llaneras, matorrales xerofíticos y desiertos, bosques aluviales, bosques húmedos tropicales, bosques de manglar, bosques y vegetación de pantano, las sabanas del caribe, bosques andinos y bosques secos o subhúmedos tropicales. Con esta variedad Colombia se posiciona como uno de los 20 paises megadiversos del mundo.Colombia posee entre 40.000 y 45.000 especies de plantas, lo que equivale al 10 ó 20% del total de especies de plantas a nivel mundial, considerado muy alto para un país de tamaño intermedio ya que toda África al sur del Sáhara contiene cerca de 30.000 especies, y Brasil, que cubre una superficie 6,5 veces mayor que la de Colombia, posee 55.000 Ocupa el tercer lugar en número de plantas vasculares endémicas.[ Alberga más de 50.000 especies de flores, primero en variedad de orquídeas. En plantas carnívoras alberga algunas de los géneros Drosera, Pinguicula, Utricularia,entre otras.

File:Cattleya trianae.jpg
                                                                         LA ORQUIDEA


File:Ceroxylon quindiuense 2.png
                                         El árbol nacional de Colombia en Salento, Quindío

EL TURISMO EN COLOMBIA





El Turismo en Colombia es regulado dentro de las funciones del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo del gobierno de Colombia, a veces con el asocio en implementación de políticas de los ministerios de Cultura y Hacienda para promover la economía del país y la generación de empleo para la sociedad colombiana. También para articular procesos de identificación, valoración, competitividad, sostenibilidad y difusión del patrimonio cultural colombiano. El gobierno también designó dentro del ordenamiento territorial del país los distritos turísticos de Cartagena de Indias y Santa Marta y especial atención al Departamento Archipiélago de San Andrés y Providencia junto a los parques nacionales naturales de Colombia y los Territorios Indígenas.
El énfasis del gobierno en turismo se hace en siete sectores; sol y playa ya sea en las costas de los océanos Pacífico o Atlántico, o en las riveras de ríos, lagos y lagunas; exaltando historia y cultura; agroturismo; ecoturismo; deportes y aventura. Dentro del marco cultural las ferias y fiestas y ciudades capitales de departamento para promover la economía local de sitios con potencial de desarrollo como Capurganá, Bahía Solano-Nuquí, Nemocón y Vaupés. También promover el trabajo conjunto entre los sectores público y privado de la economía, compartiendo las inversiones que demanda una promoción y un mercadeo profesional del país

PRIMER SIGLO DE LA REPUBLICA

Primer siglo de la República


Caricatura de 1903 alusiva a las negociaciones del Tratado Herrán-Hay por los derechos del istmo de Panamá.
Desde 1839 hasta 1884, el país fue muy inestable y se produjeron una serie de guerras civiles, las cuales marcaron la historia del país, y algunas de ellas propiciaron cambios constitucionales, de régimen y de nombre. En 1854 un golpe político-militar llevó al poder a José María Melo durante algunos meses]Tras ser derrocado se impulsó la reducción del ejército, requisito importante para que funcionara el federalismo, que se instauró hasta 1859, momento en que se produjo la cuarta guerra civil, al iniciarse una rebelión en el estado de Cauca, que derrocó al gobierno.[ A partir de este período, hasta 1876, durante la vigencia de la Constitución de Rionegro, que favorecía la autonomía de los Estados y la creación de ejércitos regionales en contraposición a la debilidad política y militar del gobierno central, hubo cerca de 40 guerras civiles regionales y sólo una nacional. En 1884 los liberales radicales intentaron derrocar al presidente Rafael Núñez, pero fracasaron. Durante todas estas guerras el país cambió continuamente de nombre. Desde 1831 a 1858, el país se llamó "República de Nueva Granada"; de 1858 a 1861 fue "Confederación Granadina"; de 1861 a 1886 fue "Estados Unidos de Colombia" y finalmente a partir de 1886 se restauró definitivamente el nombre a "República de Colombia".
El siglo XX comenzó en Colombia en medio de la Guerra de los Mil Días, que junto con la separación de Panamá, conducen al gobierno de Rafael Reyes (1904-1909) a quien la presión popular obligó a renunciar.[cita requerida] En 1930 termina la hegemonía conservadora iniciada en 1886.

SU BIODIVERSIDAD

Colombia, oficialmente República de Colombia, es un país de América ubicado en la zona noroccidental de América del Sur, organizado constitucionalmente como una república unitaria descentralizada. Su capital es Bogotá. Su superficie es de 2 070 408 km2, de los cuales 1 141 748 km2 corresponden a su territorio continental y los restantes 928 660 km2 a su extensión marítima, de la cual mantiene diferendos limítrofes con Venezuela y Nicaragua. Limita al este con Venezuela y Brasil, al sur con Perú y Ecuador y al noroeste con Panamá; en cuanto a límites marítimos, colinda con Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití, República Dominicana y Venezuela en el mar Caribe, y con Panamá, Costa Rica y Ecuador en el océano Pacífico